Brecha de Guerrero, lo que no sabías sobre esta brecha sísmica

La brecha de Guerrero es una grieta sísmica situada en el Océano Pacífico mexicano. Es una región de presencia sísmica las cuales no han sido mayor a una magnitud de 7.0 en la escala de Richter, aspecto que eleva las probabilidades de que se produzca en ella un sismo de consecuencias considerables.

¿Cuál es la Brecha de Guerrero?            

La brecha de Guerrero se encuentra ubicada en el Océano Pacífico mexicano, frente a la región Costa Grande en la jurisdicción del estado de Guerrero en México. Esta brecha sísmica tiene una extensión de unos 230 kilómetros que abarca desde el sur de Acapulco hasta Papanoa.

Dentro de esta brecha de Guerrero están ubicadas las placas de Cocos y Norteamérica, ubicadas en una zona de subducción. Estas placas sucumben una sobre la otra originando que se produzca una falla y a ello se debe la razón de que sea considerada un área sísmica de temblores constantes.

La brecha de Guerrero es una región donde no se ha producido hasta ahora actividad sísmica que supere los 7.0 grados en la escala de Richter desde el año de 1911. Esta situación ha hecho que se eleven potencialmente las posibilidades de que se produzca en cualquier momento un sismo o terremoto de una escala superior a los 7 grados, originando graves daños y lamentables consecuencias.

La brecha de Guerrero se sitúa entre las comunidades de Zihuatanejo y Acapulco. Desde el año 1911 ha sido objeto de estudio, ya que fue el año donde se produjo un sismo de categoría considerable, por lo que los expertos y observadores temen que se repita el evento.

Para ese año no existían los instrumentos especializados para medir los niveles de intensidad y magnitud por lo que no se tiene mucha información sobre aquellos hechos, solo la ubicación de donde el temblor se produjo. El peligro de que allí se vuelva a generar un nuevo temblor de grandes magnitudes, a más de cien años del pasado, está latente.

A raíz de la ocurrencia del sismo en México el 19 de septiembre 2017, surgieron varios elementos que determinaban cómo el largo período de inactividad que tiene la brecha de Guerrero, representa el riesgo de que exista la posibilidad de que se genere un terremoto de gran importancia en esa zona.

Debido a la falta de información sobre el último sismo de gran magnitud en la brecha de Guerrero, se dificulta el poder predecir si existe algún intervalo de recurrencia sísmica en esa región.

Existe un método japonés que ha sido utilizado por científicos mexicanos con el cual han venido realizando la medición de energía acumulada, tomando de referencia los intervalos de recurrencia, lo que en el caso específico de la brecha de Guerrero, es una limitante la falta de información.

Sin embargo, hay varios investigadores que han manifestado la intención de que se presenten deslizamientos asísmicos dentro de la brecha de Guerrero. Los movimientos que se producen entre sus dos placas, la Norteamericana y de Cocos, se llevan a cabo de una manera muy lenta, los cuales a pesar de que no terminan en terremotos, si hacen que la presión tectónica se relaje.

Cabe destacar que los sismos se producen al ocurrir deslizamientos en lapsos de segundos, mientras que este tipo de deslizamiento asísmico se forjaría en el transcurso de dos a tres meses, pero igual libera la misma cantidad de energía, aunque progresivamente.

Se han colocado distintos sensores que miden movimiento, esto con el objetivo de definir el nivel de riesgo que existe dentro de los deslizamientos sísmicos y asísmicos en la brecha de Guerrero. Entre estos mecanismos podemos señalar a los sismógrafos de banda ancha y tecnología de GPS de alta precisión, los cuales se han colocado tanto en tierra como en el fondo del mar.

Imágenes

La región de Guerrero en México es una zona sísmica por excelencia. A continuación se muestran algunas imágenes de la posición donde está ubicada la brecha de Guerrero, una zona de ocurrencias sísmicas constantes, que ha puesto en tensión al país con respecto a que se dé un evento sísmico mayor a los 7 grados en dicha zona. (Ver artículo: Consecuencias de los sismos)

Sismo en la brecha de Guerrero            

Por su ubicación, la brecha de Guerrero ha estado en posición adyacente a movimientos sísmicos de varios años ocurridos en México. Cabe destacar que dentro del estado de Guerrero se registran comúnmente alrededor de 25% de la sismicidad de todo México y esto se debe a la presencia de la placa de Cocos que corresponde a una placa oceánica, y su ubicación está por debajo de la placa Norteamericana, que es la placa continental.

Cuando se da el punto de encuentro entre estas dos placas, es que se produce la falla que origina los sismos, estando situados en un sitio de riesgo como lo es frente a las costas del Pacífico, y cuya extensión va desde el estado de Jalisco hasta Chiapas.

Entre los años de 1899 y 1911 la brecha de Guerrero, fue el escenario para la manifestación de cuatro sismos, cuyas magnitudes oscilaron entre 7.5 y 7.8 grados en la escala de Richter. Más de cien años han transcurrido desde el último sismo en la brecha, lo que lo hace ser un lugar altamente susceptible a que ocurra un sismo de grandes magnitudes.

Este posible sismo o terremoto según las investigaciones realizadas por los expertos, sería mayor a los 7.5 grados en la brecha de Guerrero, que son parte de los pronósticos para esta región. Es importante tomar las medidas adecuadas ante el riesgo que se corre por la acción de un posible sismo, esto con el objeto de minimizar el impacto del mismo dentro de la población.

Se tiene que tomar en consideración la posición de México en cuanto a recurrencias sísmicas, ya que su ubicación lo coloca en una posición donde se da la interacción de cinco placas tectónicas conocidas como: placa del Pacífico, la placa de Norteamérica, la placa del Caribe, placa de Cocos y la placa de Rivera, lo que hace que constantemente se produzcan estos terremotos, teniendo en promedio cuatro sismos por día, los cuales en su mayoría no son perceptibles por la ciudadanía.

El 8 de mayo del año 2014, se registraron cinco réplicas de sismos, con una magnitud hasta de 5.1 grados. Según los expertos, al producirse un terremoto de gran magnitud, las rocas ubicadas en las adyacencias de la falla, sufren una especie de reacomodo, que a su vez desencadena una serie de temblores en la misma zona donde se produce el sismo y es a este movimiento que denominamos como réplicas.

La cantidad de réplicas pueden variar, puesto que van desde algunos eventos hasta muchos, producidos en días o quizá semanas luego del evento central. En el estado de Guerrero dichas ocurrencias se hacen constantemente, aunque hasta ahora no se cuente con un método donde se pueda determinar el día, la intensidad, magnitud, ni daños que causarán los sismos.

Los datos que se manejan al respecto solo se hacen con el objetivo de reducir los riesgos que se padecen mediante la reproducción de estos fenómenos naturales.

¿Que sucedió en 2014 en la brecha de Guerrero?

En el año 2014, el estado de Guerrero padeció un sismo de categoría 7.2, el cual se registró a unos 40 kilómetros al sur de Petatlán, el 18 de abril de ese año. Este sismo, se sintió fuertemente en el Distrito Federal, Michoacán, Morelos, Jalisco, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca, entre otras comunidades.

A casi un mes después, nuevamente para el 8 de mayo del 2014, se reporta un sismo de magnitud 6.4, según información aportada por el Servicio Sismológico Nacional. Este temblor tuvo lugar en las cercanías de Técpan, en el estado de Guerrero, pero que fue percibido en Veracruz, Morelos, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Estado de México y México D. F., entre otras.

Con solo dos días de diferencia, el 10 de mayo de 2014, vuelve a ocurrir un sismo de magnitud 6.1, cuyo epicentro fue a unos 38 kilómetros al suroeste de Técpan, y lo sintieron en el Estado de México, México, D. F. y en Morelos, sin reporte de daños.

Estos últimos movimientos telúricos presentados en el estado de Guerrero para el año 2014, se desarrollaron en las cercanías con la brecha de Guerrero. El sismo ocurrido el 18 d abril del 2014 se produjo a una profundidad de 10 kilómetros, debajo de la corteza terrestre. Este sismo trajo como consecuencias varios derrumbes y grietas en las infraestructuras. Este terremoto derivó en 106 replicas.

Aunque este sismo no ocurrió directamente en la brecha de Guerrero, si fue bastante cerca, específicamente al norte de esta región sísmica, dentro de un segmento ubicado en el borde donde convergen las placas de Cocos y la placa Norteamericana. Es precisamente en este lugar donde los expertos en sismología han estimado una posible ocurrencia de terremoto cuya magnitud sea igual o mayor a 7.5.

Esto se debe a que la última actividad sísmica que se dio en la brecha fue de 7.0, en el año 1911 y desde ese año ya no hubo movimiento sísmico por lo que se presume que hay cierta cantidad de energía acumulada en la zona buscando la oportunidad para salir a la superficie y que con las ocurrencias cercanas puede haberse sentido en la región.